El
Otoño es el ángel en el Sepulcro, que nos señala el vacío del invierno, pero
cuyos ojos nos prometen la resurrección de la primavera. Es la varita mágica
del Mago, que nos hace ver que todo es ilusión o vanidad, como nos indica, a la
vez, ese bastón que porta el Loco que todos llevamos dentro. Pero también, el
Otoño es gracia de la Musa y Poesía, pues, como decía Álvaro Cunqueiro (1),
¿acaso no será el hombre el árbol que da las flores de la melancolía?. Y de ser
así, añadía, cuando éstas flores brotan, ¿no se da cuenta el hombre de que ha
florecido en otoño, al borde mismo del frío viento invernal?. El Otoño: un
arquetipo sobre el que meditar.
(1) Álvaro Cunqueiro: 'Los otros caminos' (selección de César Antonio Molina), Tusquets Editores, S.A., 2ª edición, Barcelona, julio de 2004, página 21
¡Qué costumbre tienes de conducir haciendo vídeos! El otoño es rojo y bello, mi estación favorita junto al invierno, esos días fríos por fuera y cálidos en el hogar ¡Me encanta! Y tus palabras y tú vídeo también, hasta al cisne negro y a los patos se les ve felices.
ResponderEliminarUn beso.
Que no, bruja, que yo no hago esas cosas conduciendo. Esa toma la hizo mi primo, que me acompañaba en esa ocasión. Por otro lado, sabes que el otoño es mi estación favorita también; de hecho, no puedo negar que nací en otoño y quieras que no, el otoño me afecta. Todos los años procuro disfrutarlo, vivirlo como si fuera el último, pues en definitiva, eso es lo que nos enseña el otoño bajo mi punto de vista: Carpe Diem, vive el momento. Un abrazote
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