domingo, 21 de abril de 2013

Ribeira Sacra: Mosteiro de San Pedro de Rocas


Localización: Esgos, Ribeira Sacra orensana
Los expertos datan en el siglo VI este increíble conjunto monástico rupestre, además de considerarlo como el más antiguo de Galicia. Cuenta con una iglesia rupestre, excavada en plena roca, además de las capillas y multitud de tumbas antropomorfas, tanto dentro de ella como en el exterior. Hay autores, como Juan García Atienza que suponen, y probablemente con razón, que en este mosteiro de San Pedro de Rocas hubo, en sus comienzos, un importante foco priscilianista, posteriormente perseguido cuando éste, Prisciliano, fue declarado hereje y decapitado en Tréveris. Su historia está muy ligada al Camino de Santiago. Como se cuenta en la Inventio, acerca de Santiago, también el cuerpo de Prisciliano fue recogido por sus discípulos y trasladado a Galicia, donde fue enterrado en lugar secreto, que algunos suponen, precisamente, el bosque de Libredón, donde siglos más tarde, y en base a las supuestas visiones del eremita Pelagio (o Pelayo), el obispo Teodomiro creyó que allí reposaban los restos de Santiago el Mayor; suceso que trajo como consecuencia, y alentado por el rey de Asturias, Alfonso II el Casto, el fenómeno conocido como Camino de Santiago, que hizo de esta ciudad, el tercer Axis Mundi de la Cristiandad.
Sea como sea, de lo que no cabe duda, es de que este mosteiro de San Pedro de Rocas es un auténtico Lugar del Espíritu. Un retorno al útero Materno y un foco de espiritualidad de primera magnitud. Además, su situación en plena Ribeira Sacra orensana, hace que su visita sea imprescindible, siendo su entorno uno de los más bellos e interesantes de la Península.

2 comentarios:

  1. Hola! Ando volando al rededor de San Pedro tanto su entorno como su interior me hipnotiza ¡Qué lugar tan especial! Visto por fuera no imaginas el tesoro rupestre de su interior, aunque por cierto, el Cristo no lo recuerdo. Un besote.

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  2. Hola, bruja. Como tú bien sabes, porque lo conoces, es un lugar extraordinario por el que volar y revolotear. Yo todavía me pregunto, al recordarlo, la estrecha unión que había allí entre la vida y la muerte. Unos y otros parecían vivir dentro de un auténtico culto a los antepasados, con el nexo común de la Madre Tierra que los acogía amorosamente. Se hace extraño, y a la vez misterioso, como si en el fondo no existiera esa terrible frontera que tanto nos espanta pero que, a fin de cuentas, en aquéllos tiempos se veía como una auténtica liberación. Ocurre con los lugares especiales, como muy bien dices, que suelen ocultar en el interior su auténtica riqueza. El Cristo articulado es moderno, aunque supongo que quizás se trate de una reproducción de algún Cristo original, de época, que posiblemente descanse actualmente guardando polvo en algún museo. Al menos, en cuanto a Cristos románicos y genuinos, nos queda el consuelo del que hay en la iglesia de Santiago, en Allariz. Un abrazo

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