jueves, 17 de marzo de 2016

El castillo de Cornatel, las Médulas y el lago de Carucedo


El Bierzo, sus leyendas y sus misterios. El Teleno, los montes aquilanos, la Tebaida Berciana, Compludo, Ponferrada, el Camino de Santiago, celtas, peregrinos y templarios. Sin duda, cualquiera que sea el rumbo que se tome, el viajero, sea cual sea su condición, no dejará de sentir el magnetismo tan peculiar de ésta imprescindible porción de la España Mágica; ésa misma España Mágica que, según algunos autores, agoniza pero que se niega obstinadamente a desaparecer. No obstante, me permito hacer una pequeña recomendación y aunar en la presente entrada, tres lugares que, formando un triángulo imaginario y muy próximos entre sí, no dejarán en modo alguno indiferente la avidez de sensaciones del espectador: el castillo templario de Cornatel, en cuyas almenas todavía ondea el Bauceant o estandarte blanqui-negro del Temple, custodiando el camino hacia el segundo vértice del triángulo, las Médulas, esa ruina montium que, aún restañando una herida abierta en el corazón de la tierra, siglos después continúa siendo todo un poema a la belleza y por supuesto, la magia inefable de ese espejo por el que la xana Caricea observa las estrellas, que no es otro que el hermoso lago de Carucedo. En definitiva, tres Lugares del Espíritu que tienen la ventaja de estar situados muy próximos entre sí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario