sábado, 26 de marzo de 2011

Presentación


'Un día en el recinto sagrado de Karnac me dijeron: Te he llamado y has venido, no estás aquí por casualidad...'.
[M. Marc0]
No hace mucho, revisando mi biblioteca, encontré un pequeño libro, Egipto, Arte y Arquitectura, que una buena amiga me regaló en las Navidades de 2007. Una pequeña joya que había olvidado, no por ingratitud, sino porque vivo en una casa pequeña y por cuestiones de espacio, resulta inevitable que los libros se amontonen y en ocasiones se tapen unos a otros. De casualidad, pues, volví a reencontrarme con este pequeño amigo y al volver a tenerlo entre mis manos y abrirlo, leí la dedicatoria que prologa, tanto el blog como la presente entrada de presentación, y pensé que me venía como anillo al dedo, siendo, como soy, de la opinión de que las casualidades no existen y que cuando nuestros pasos nos encaminan hacia un lugar determinado, no hacen, si no, seguir unas coordenadas determinadas implantadas en lo más profundo de nuestro ser.
Hace tiempo que deseaba dedicar un espacio a hablar de lugares especiales; lugares que, de una u otra manera, han actuado, o mejor dicho, han atraído la atención del hombre desde el alba de los tiempos, siendo sacralizados y considerados de especial relevancia. A estos lugares, se les suele denominar como de Poder. Yo no estoy de acuerdo con esta denominación. Poder es una palabra que detesto y cuyas implicaciones me parecen no sólo inadecuadas, sino bárbaras también. Prefiero la denominación del Espíritu, porque me parece más en consonancia con esas características, inaprehensibles pero reales, que hacen que estar en ese lugar determinado, sea una experiencia trascendente y vital. Una experiencia por y para el Espíritu.
A lo largo de esta nueva aventura, espero poder presentar una buena recopilación de estos lugares; algunos, sobradamente conocidos, porque se ha hablado y escrito mucho sobre ellos. Otros, quizás menos espectaculares, pero no por ello menos relevantes. La idea, en principio, no es hacer entradas largas e incluso aburridas de leer, que terminen cansando en el segundo párrafo. La idea principal, simple y llanamente, es mostrar; mostrar esos lugares y en la medida que las imágenes lo consigan, hacer que cada uno saque sus propias conclusiones. Resulta evidente, que lo principal sería que todos tuviéramos la oportunidad de vivir dichas experiencias en directo; pero quién sabe, a lo mejor, y ese sería mi deseo, estas entradas puedan servir de guía y tal vez, sólo digo tal vez, alguien pueda un día seguir las huellas de este impenitente caminante y sentir que, de alguna manera, también figuraba en su destino esa llamada que, tarde o temprano, a todos nos llega y de la forma menos imaginada, nos hace ponernos en marcha.
Sea como sea, sólo me resta, en la presente presentación, expresaros mi más cordial bienvenida a esta nueva aventura -aventura del Espíritu- y en la medida de lo que cabe, desearos un feliz viaje y un feliz camino.


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